En todo proceso educativo, existe la necesidad de evaluar, ya que son los resultados los que revelan la eficacia de los elementos que se ponen en marcha en el escenario educativo.
Si la educación por competencias tiene como objeto formar ciudadanos que logren poner el conocimiento al servicio de la sociedad, entonces cómo medir la eficacia en ese contexto tan abstracto. La evaluación por competencias responde ante este reto con la propuesta de evaluar un logro o competencia a través de indicadores de logro.
El logro o competencia es el conocimiento como tal, lo que se desea obtener luego del proceso educativo, lo que se espera que la persona sea capaz de hacer como resultado de una o varias experiencias.
El indicador del logro se refiere a lo que ayuda a establecer el nivel de aplicación del conocimiento y acercamiento al logro.
Puedo ejemplificarlo de la siguiente manera en términos de la enseñanza del inglés:
- LOGRO: Conoce y aplica el presente simple.
- INDICADOR DEL LOGRO: Es capaz de relatar correctamente de forma oral y escrita una rutina diaria.
La evaluación por competencias mide de esa manera el desempeño y aplicación del conocimiento, pero realmente creo que no es suficiente a la hora de determinar cómo se comporta el resultado de ese desempeño al enfrentarse a las exigencias sociales, laborales y culturales a las que se exponen las personas en su cotidianidad.
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